Dermatología veterinaria en invierno: cuidados esenciales para perros y gatos
La dermatología veterinaria en invierno cobra especial importancia porque el frío, la humedad y la calefacción interior afectan directamente a la piel de perros y gatos. Durante esta estación aumentan los casos de sequedad, descamación, dermatitis estacional y problemas asociados al cambio brusco de temperaturas. En este artículo te contamos cómo prevenirlos y cuándo acudir al veterinario.
Cómo afecta el invierno a la piel de perros y gatos
El invierno provoca varios cambios ambientales que influyen en la salud cutánea de las mascotas. Los más comunes son:
Disminución de la humedad ambiental
La calefacción produce ambientes secos que favorecen la descamación, picores y aparición de caspa.
Exposición al frío y al viento
Puede provocar irritación, grietas y empeoramiento de problemas dermatológicos previos.
Baños más espaciados
Aunque es positivo no bañar en exceso, una higiene insuficiente o productos inadecuados pueden alterar el equilibrio de la piel.
Mayor tiempo en interiores
El contacto con polvo, moquetas o tejidos sintéticos puede desencadenar alergias.
Para evitar complicaciones, es esencial mantener una rutina de cuidados específica para los meses fríos.
Cuidado de la piel para perros y gatos en invierno en invierno
1. Hidratación de la piel con productos adecuados
El uso de champús o lociones hidratantes formuladas para pieles sensibles ayuda a restaurar la barrera cutánea. Es importante elegir productos veterinarios y evitar cosméticos humanos, ya que alteran el pH y pueden causar irritaciones.
2. Control de la frecuencia del baño
En invierno conviene espaciar los baños, pero sin descuidarlos. Lo ideal es utilizar agua templada y secar muy bien al animal para evitar enfriamientos.
3. Cepillado regular para mejorar la circulación
Un buen cepillado activa la piel, elimina pelo muerto y ayuda a distribuir los aceites naturales protectores, fundamentales para una piel sana durante el invierno.
4. Revisión de las almohadillas y zonas sensibles
Las almohadillas suelen agrietarse por el frío y las superficies húmedas. Aplicar bálsamos protectores y revisar a diario previene lesiones y evita infecciones.
Problemas dermatológicos frecuentes en invierno
Dermatitis estacional
Es habitual que perros y gatos desarrollen irritación o picor debido a la sequedad ambiental o a reacciones alérgicas. Si observas rascado excesivo o enrojecimiento, conviene solicitar una revisión profesional.
Piel seca y descamación
Uno de los motivos más comunes de consulta en esta época. Puede mejorar con hidratación adecuada, pero si persiste puede indicar un problema hormonal o nutricional.
Agravamiento de alergias
El polvo acumulado en interiores, alfombras y calefacción aumenta los síntomas respiratorios y dermatológicos en mascotas sensibles.
Infecciones secundarias
Cuando la barrera de la piel se debilita, bacterias y hongos proliferan con mayor facilidad.
Alimentación y suplementos para mejorar la salud de la piel
Una nutrición adecuada es clave en dermatología veterinaria. Los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 ayudan a reducir la inflamación y mejorar la hidratación cutánea. Durante el invierno pueden ser especialmente útiles en animales que presentan sequedad o dermatitis frecuente.
Cuándo acudir al veterinario
Es recomendable solicitar una consulta si observas:
- Rascado continuo.
- Heridas, costras o pérdida de pelo.
- Enrojecimiento persistente.
- Mal olor en la piel.
- Cambios repentinos en la textura del pelaje.
La Clínica Veterinaria La Gavia dispone de especialistas en dermatología preparados para diagnosticar y tratar cualquier problema cutáneo que surja durante el invierno


